...y sobre esta roca edificare mi IGLESIA... Mateo 16:18
La Iglesia, según su esencia bíblica, es el cuerpo de Cristo que trasciende las estructuras físicas para constituir una comunidad espiritual de creyentes. El término griego «Ekklesia», traducido como Iglesia, denota una asamblea de personas convocadas por Dios, destacando que no se limita a un edificio, sino que es un organismo espiritual donde cada creyente es un miembro vital unido por la fe en Cristo.
En Efesios 1:22-23, se enseña que Cristo es la cabeza de la Iglesia, su cuerpo, que refleja la plenitud de Aquel que llena todo en todo. Esta verdad subraya la íntima conexión entre Cristo y los creyentes, formando una unidad espiritual que trasciende barreras físicas y culturales. La Iglesia, por tanto, existe no solo para sí misma, sino para cumplir con el propósito divino en el mundo.
Mateo 16:18 registra las palabras de Jesús prometiendo que las puertas del Hades no prevalecerán contra su Iglesia, lo que revela su invencibilidad y el respaldo divino sobre ella. Esto señala que la Iglesia no es meramente una entidad humana, sino el resultado del plan divino para la redención y reconciliación de la humanidad con Dios. Continuar Leyendo Temas Bíblicos