Temas Bíblicos

Los Dones

 Hoy en día, los dones espirituales siguen siendo cruciales para la vida de la iglesia. En un mundo donde la individualidad y el éxito personal suelen primar, es fundamental recordar que los dones no son para nuestro beneficio personal, sino para la edificación de la comunidad cristiana y la gloria de Dios.    Los nuevos creyentes deben buscar entender y desarrollar sus dones, no para destacar, sino para contribuir al bienestar y crecimiento de la iglesia local.

 Este principio implica una participación activa en la vida de la iglesia, utilizando los dones para servir a otros y fomentar la unidad. La oración y la búsqueda de la dirección del Espíritu Santo son vitales para identificar y cultivar los dones que Dios ha otorgado. Además, es crucial que los dones se ejerzan con amor, evitando el egoísmo y el deseo de exhibición, y en lugar de ello, centrarse en el beneficio común (Colosenses 3:17).

 Los dones espirituales son manifestaciones de la gracia divina diseñadas para el bien de la iglesia y la gloria de Dios. Cada creyente es dotado con habilidades únicas para servir a la comunidad cristiana, y estos dones deben usarse con humildad y amor. En lugar de buscar reconocimiento personal, es necesario enfocar nuestros esfuerzos en edificar a otros y en contribuir al crecimiento espiritual del cuerpo de Cristo.

 Para los nuevos creyentes, es importante reconocer que el uso adecuado de los dones es una expresión de nuestra fe y amor por Dios y por los demás. Al buscar y desarrollar nuestros dones espirituales, debemos hacerlo con un corazón dispuesto a servir y a colaborar en la misión de la iglesia. La oración y el discipulado son esenciales para comprender y aplicar estos dones de manera efectiva.

 En resumen, el ejercicio de los dones espirituales debe ser una manifestación del amor y la unidad en el cuerpo de Cristo, promoviendo el crecimiento espiritual y la gloria de Dios en cada aspecto de nuestra vida y ministerio.

Pastor Jon Reyes.